Una mujer de 62 años compró el producto y no le quisieron reconocer la garantía porque ya no tenía la caja de la heladera. El hijo se enojó por el trato con la adulta mayor y así reaccionó.
Una señora de 62 años compró para su heladera a cuotas de un conocido centro comercial de Villarrica, pagó todo adelantado y a los 7 meses empezó su akârasy. El refrigerador nuevito empezó a tener fallas y no le quisieron reconocer la garantía.
Su hijo, Luis Vaesken, contó que desde hace una semana los encargados del negocio se querían desentender de la doña. Cuando se enteró del py’a rasy de su mamá, una adulta mayor, se enfureció y advirtió a los empleados.
“Si no solucionan, me voy a tirarles la heladera”, dijo Vaesken, quien les dio un plazo. Sin embargo, nadie le hizo caso y él cumplió la amenaza.
Don Luis se agarró su camioneta y se fue a tirar la heladera averiada frente al centro comercial.
El señor explicó que en el negocio le dijeron que no podían reconocer la garantía porque ya no tenían la caja de la heladera y tampoco encontraron el sello de fábrica del refrigerador.
Vaesken manifestó que con sus abogados están viendo la posibilidad denunciar a la empresa por estafa.
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