En la capital del Amambay y en la ciudad brasileña de Ponta Porã, agentes de la Policía Nacional paraguaya y la Policía Federal de Brasil, realizaron allanamientos desde tempranas horas de este viernes (26) en el marco de la operación Ridel.
En Ponta Porã, fue detenido por agentes de la Policía Federal, Douglas Kennedy Lisboa, el mismo será puesto a disposición de las autoridades del Brasil, informó la fiscal Alicia Sapriza, del Departamento contra el Crimen Organizado. Añadió que en Pedro Juan Caballero se realizaron allanamientos en lugares que tendrían relación con el detenido.
El detenido por la Policía Federal esta mañana en Ponta Porã Douglas Kennedy Lisboa Jorge alias “Bigge”, era buscado por la justicia del brasil por ser uno de los grandes traficantes de los años 90, especializado en internalizar cargamentos de droga procedentes de otros países latinoamericanos en territorio brasileño. También fue objetivo de dos operaciones de la policía federal: Andorra y Estone, lanzadas respectivamente en 2001 y 2003.
Según se desprende del informe de investigación de la policía federal, Lisboa Jorge, Biggie, en el año 1996, Biggie compró un Corisco monomotor para llevar droga desde Bolivia y Paraguay a la región de Ribeirão Preto.
La cocaína era refinada en una finca de la ciudad brasileña de Santa Rosa do Viterbo y distribuida por todo el estado de São Paulo. Dos años después, a principios de 1998, la Policía Civil comenzó a investigar el plan, y en la mañana del 15 de marzo los investigadores decidieron atacar el lugar. Pero sólo encontraron restos carbonizados, lo que sospechó que la policía los estaba atacando, ya que el día anterior el grupo había retirado el equipo y destruido el laboratorio con explosivos.
Sólo después de horas de búsqueda los policías encontraron enterrado en un bosque del lugar, un bidón que contenía 8 kilos de cocaína. Biggie fue arrestado días después y llevado a la prisión pública de Vila Branca, en Ribeirão Preto. Pero pasó unos meses en prisión.
En noviembre, él y otros tres reclusos escaparon a través de un túnel excavado en el patio. La policía nunca más volvió a ponerle las manos encima: en 2009, Biggie fue condenado a ocho años de prisión por tráfico de drogas. Se refugió en Paraguay y desde allí comenzó a negociar el envío de cargamentos de droga a São Paulo por la ruta en la que se especializaba, la ruta del país.