Últimamente, la mayoría de los semáforos de la ciudad, que no son muchos, están con desperfectos y su mal funcionamiento puede representar un grave peligro, tanto para automovilistas, motociclistas como peatones.
Un ejemplo de que tal situación se puede convertir en una trampa mortal, es lo que días pasados sucedió en la esquina de las calles Cerro León y Aquidabán, donde perdieron la vida en un accidente dos personas jóvenes. En dicho lugar, el semáforo permanece con la luz amarilla intermitente, lo cual hace que en el cruce de vehículos se genere una puja para ver quién pasa primero, y es allí donde se producen los accidentes.
En otras esquinas, por ejemplo, la de Tte. Herrero y 14 de Mayo, algunas luces no se encienden, por ejemplo el rojo, o el verde, tal es así que el conductor de algún vehículo debe adivinar de acuerdo a la luz encendida si debe parar o pasar, generando igualmente un caos. En similares circunstancias está el semáforo ubicado en la esquina de Tte. Herrero y Alberdi.
Está visto que estos artefactos necesitan urgente reparación y trabajos de mantenimiento, o en el peor de los casos, que no es la solución más adecuada, dejarlos sin funcionar.
De igual manera, una vez que funcionen correctamente, no estaría mal que el Departamento de Tránsito ejerza un control, aleatorio al menos, ya que muchos conductores inconscientes no respetan y simplemente cruzan con luz roja, lo cual es un peligro mayor aún.
Ya no funcionan
Por otra parte, de los tres costosos semáforos colocados sobre la ruta PY05 “Gral. Bernardino Caballero”, que no es responsabilidad de la Municipalidad, dos, el de la entrada al camino que conduce a Fortuna Guazú y la Calle Mcal. López, ya dejaron de funcionar hace un buen tiempo, inclusive el de acceso a Fortuna, ya ni siquiera están más los artefactos, solo dos columnas de soporte.
Hasta ahora, y ojalá que lo siga haciendo, ya que se trata de un cruce importante y a la vez peligroso, es el ubicado a la altura de la calle Brasil, donde a diario se puede notar un gran movimiento de vehículos y de personas. Es prácticamente la única vía de acceso medianamente segura, hasta hoy, al barrio Jardín Aurora, separado de los demás por la ruta PY05.
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