Un confuso incidente- del que no se sabe su trasfondo- se produjo al promediar la tarde de este jueves en pleno microcentro comercial de la ciudad, donde un vecino del lugar fue ultimado con un disparo de escopeta calibre 12 por un personal de una empresa privada de seguridad. El guardia alega que el ahora fallecido pasó frente a él y le golpeó por su cara, y que reaccionó de esa forma pensando que era un asalto. Filmaciones de circuitos de seguridad externa corroboran la versión del homicida confeso.
El trágico incidente se registró a eso de las cuatro y media de la tarde de este jueves sobre Mariscal López entre Curupayty y Perpetuo Socorro, precisamente frente a una casa de cambios allí instalada.
El incidente involucró a Rafael Robles Torres, mayor de edad, personal de la empresa de seguridad privada “Estrella”, uno de los dos afectados a la custodia del cambio.
El fallecido, vecino y miembro de una conocida y antigua familia del lugar, se trata de Fabián Fernando Franco Arar de 31 años, quien supuestamente trabajaba como vendedor ambulante.
Tras ser detenido y en dependencias de la Comisaría 2ª Robles Torres habló con los medios de prensa y reconoció sin rodeos haber sido el responsable del fatal disparo.
Sin embargo, en su descargo dijo haberlo hecho pensando que era un asalto, ya que- según su versión- el ahora fallecido pasó frente a él y le dio un moquete por su cara, lo que habría motivado su reacción.
Algunas filmaciones de circuitos externos de seguridad ya corren por las redes, mostrando que Franco Arar efectivamente venía caminando sobre Mariscal López desde Curupaytý en dirección a Perpetuo Socorro y al pasar frente al guardia le golpeó directamente por su cara y le hizo volar su gorra.
Ante la agresión el guardia reaccionó y le increpó, ante lo cual Franco Arar vuelve a agredirlo a golpes de puño, arrinconando a Robles contra un módulo publicitario del cambio.
El otro guardia- compañero del ahora detenido- intervino y los separó, momento en que Robles visiblemente irritado intenta golpear a Franco usando su escopeta como garrote y se produce otro forcejeo.
Luego, Robles vuelve a empuñar su calibre 12, apunta directamente contra Franco y dispara a quemarropa. Mortalmente herido, alcanza a dar algunos pasos y cae en el lugar.
La muerte de Fabián Fernando sobrevino tras recibir un disparo de escopeta calibre 12 que le destrozó en parte el brazo izquierdo y también le interesó el tórax, un pulmón y el corazón, según estampó en su laudo el médico Marcos Prieto, forense del Ministerio Público, a cuyo cargo estuvo la pericia del cadáver.
