El propietario de la Tienda de Celulares y accesorios, ”DANA CELL”, de nacionalidad libanesa fue denunciado por violencia y supuesto hecho de acoso sexual hacia una de sus exempleadas. La denuncia fue recibida por agentes de la Comisaría Segunda del barrio Gral. Díaz, trascurrido los 17 días del mes agosto de este año y hasta el momento la fiscalía no había hecho ninguna diligencia al respecto según relató su abogado defensor .
La agente fiscal de turno, Sandra Díaz, que hasta el momento, 21 días después de formulada la denuncia no se habría pronunciado referente al caso, ni siquiera había tomado las medidas pertinentes, según textualmente expresa la nota presentada por el abogado defensor, Ivo Lezcano, donde en horas de esta mañana de jueves (7), aglomeró a los medios de prensa en sede la fiscalía de Pedro Juan Caballero a mediatizar el caso.
La víctima de este caso es la Sra. Jessica Delgado, de 27 años de edad, quien en su momento era empleada de la casa comercial denominada “Dana Cell”, donde manifestó que pasó un verdadero infierno por parte de su ex patrón a quién el pasado 17 de agosto del presente año denunció al ciudadano libanés por un supuesto hecho de acoso sexual, abuso en grado de tentativa y posterior violencia de parte de ex jefe en el interior del local mencionado.
Su supuesto agresor, el Sr. Alí Rahal, ciudadano libanés, mayor de edad, siempre según el relato de Delgado, ella se le habría negado a acceder a ser sometida sexualmente y por ese hecho el hombre la agredió.
‘El me venía acosando constantemente, agarrándome desde atrás (la cintura) con intenciones de someterme” expresó.
”Varias veces quiso toquetearme y yo siempre me resistí” agregó.
”La gota que derramó el vaso fue cuando el pasado 17 de agostó quiso agarrarme ya a la fuerza y al resistirse, el se enojó empezó a agredirme en varias partes del cuerpo. Me dejó hematomas y varios indicios de lo que hizo. Yo ya sufrí mucho.” culminó Jéssica dando el relato a la prensa en medio de llantos y lágrimas.
Por otra parte, la misma víctima comentó que el extranjero que la agredió y quiso someterla sexualmente también la despidió y se negó a pagarle por los 8 años de servicio que prestó en la mencionada tienda comercial.
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