Una estudiante de medicina del quinto semestre ingresó sin autorización al Hospital Regional Pedro Juan Caballero y publicó fotografías del cuerpo de un niño de 3 años que había fallecido por complicaciones provocadas por los anestésicos.
Las imágenes eran claras y mostraban bien el cuerpo del niño, causando indignación entre sus compañeros y otros miembros de la comunidad académica.
Después del incidente, publicó un video burlándose de la situación porque había sido advertida por “lastimar a los pacientes”. La institución educativa tomó medidas y suspendió la estudiante por 15 días.
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