A alguien se le ocurrió que era una buena idea quemar el pasto para que salga verde nuevo. Sin embargo, estas prácticas, que de hecho están prohibidas, casi nunca terminan bien. Y este fue el caso.
El fuego se expandió, se metió a un barrio en la ciudad de Pilar y rodeó a una casa haciéndole vivir un infierno. Por milagro, la cosa no pasó a mayores.
La dueña mencionó que las llamas llegaron hasta la pared pero no alcanzaron a dañar la estructura. Precisó que al momento en el que se produjo el incendio se encontraba trabajando, por lo que, una vez que le avisaron, salió volando hacia su casa.
Por suerte los Bomberos Voluntarios llegaron a tiempo para apaciguar las llamas y lograr que las cosas no pasen a mayores.