El 25 de enero pasado, seis hombres fueron asesinados a balazos en la estancia Ideal, en el distrito de la colonia Piky, departamento de Amambay.
Aquel crimen salta ahora en medio del cúmulo de hipótesis que rodea al reciente asesinato de Clemencio “Gringo” González, el domingo pasado.
La línea de presunta conexión entre ambos crímenes es la que presume que Gringo pudo haber tenido participación intelectual en la masacre de los seis hombres en la mencionada estancia.
Investigadores mencionan que Gringo estaba embarcado en gastar hasta el último recurso disponible, para vengar el asesinato, un año atrás, de su hijo y lugarteniente Charles González.
Aparentemente el mafioso ahora abatido recibió información de que tres de los asesinos de su hijo estaban en la estancia Ideal, y que, en efecto, pagó a los sicarios para ir a matarlos. Como los sicarios no estaban seguros de quiénes eran, de entre los seis, los que mataron a Charles, resolvieron masacrar a todos los hombres que estaban en la finca, estima la pesquisa.
El ataque y masacre, supuestamente fue planificado por Gringo, quien habría recibido información de que en la finca estaban tres de los que mataron a su hijo Charles.
Este fue acribillado en el centro de Pedro Juan Caballero, según la pesquisa, por orden de Flavio Arruda Guillerme, un jefe del PCC ofuscado con el hijo de Gringo, que traicionó su amistad, liándose íntimamente con su pareja. Esta es la trama esbozada que intenta reconstruir la historia del final de uno de los principales capos fronterizos.
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