Un agricultor desaparecido, un vehículo calcinado y un pasado envuelto en sombras
La desaparición del ingeniero agrónomo brasileño Eloi Brusamarello, reportada en la mañana del 20 de marzo de 2025 en la Comisaría Novena de Cerro Corá, ha tomado un giro inquietante. Su camioneta Chevrolet S10, que utilizó el día anterior para dirigirse a su lugar de trabajo en la Colonia Itapopo, fue encontrada totalmente incinerada en un camino rural. A más de 24 horas de su última aparición, su paradero sigue siendo un misterio, avivando diversas hipótesis, entre ellas un posible ajuste de cuentas relacionado con su pasado judicial.
La desaparición y el hallazgo del vehículo
Según la denuncia presentada por su hijo, Luis Felipe de Arrúa Brusamarello, el agricultor de 65 años salió de su domicilio en Ponta Porã el 19 de marzo a las 08:00 horas con destino a su plantación de soja. Sin embargo, nunca llegó al lugar, según informó el casero de la propiedad. Ante su ausencia, la familia alertó a las autoridades, y la Policía inició un rastreo.
Ese mismo día, en horas de la noche, efectivos de la Comisaría 6° y del Departamento de Control de Automotores localizaron una camioneta completamente calcinada en una zona despoblada, cuyas coordenadas exactas fueron registradas por los agentes. A pesar del daño, lograron verificar la numeración del chasis y constatar que el vehículo correspondía a la matrícula NSA3D48, registrada a nombre de Brusamarello en Ponta Porã.
Aunque hasta ese momento no existía una denuncia formal de robo del vehículo, se confirmó que este poseía faltas administrativas en Brasil. La escena, con un vehículo destruido y sin rastros del propietario, ha generado especulaciones sobre lo que realmente ocurrió.
Un pasado que vuelve al presente
El misterio en torno a Brusamarello se profundiza al recordar un hecho ocurrido en 2009. En ese año, el agricultor fue señalado como el autor intelectual del asesinato de su esposa, Gicela María Brusamarello, docente de Ponta Porã. La mujer, quien se encontraba en proceso de separación, fue encontrada sin vida en un matorral en Pedro Juan Caballero.
El crimen tomó un giro inesperado cuando un joven identificado como Paulo Ramos Correia, de 22 años en aquel entonces, fue detenido en octubre de ese mismo año intentando vender pertenencias de la víctima. En su declaración, aseguró que Brusamarello le había pagado 7.000 dólares por el homicidio. Sin embargo, el ingeniero agrónomo nunca fue condenado por el caso y logró mantenerse en libertad.
Hipótesis en torno a la desaparición
Con su desaparición y la quema de su camioneta, surgen varias hipótesis. Una de ellas apunta a un posible ajuste de cuentas vinculado a aquel crimen de 2009, con alguien buscando justicia por cuenta propia tras más de una década.
Otra posibilidad es que Brusamarello haya sido víctima de un secuestro o una emboscada por motivos aún desconocidos. La incineración del vehículo podría indicar un intento de borrar pruebas, lo que hace que el caso tome una connotación aún más preocupante.
Las autoridades han remitido el caso a la Fiscalía y se espera que en las próximas horas se intensifiquen los operativos para dar con el paradero del agricultor.
#URUNDEYFM