Propietarios de locales comerciales instalados en la esquina y cercanías de la calle Toledo y Naciones Unidas del barrio Obrero de esta ciudad, se quejan por la instalación de semáforos, alegando que el funcionamiento de dichos artefactos influyó negativamente en sus ventas.
Partiendo de la premisa, de que la calle Toledo, una arteria de doble sentido, es muy angosta, los comerciantes del sector han manifestado que a partir de la puesta en funcionamiento de dichos artefactos, sus ventas han disminuido considerablemente.
Según alegan, por culpa de los semáforos, los clientes se ven obligados a no estacionar y pasar de largo, una situación un poco controversial, habida cuenta que aparte de la luz roja, la luz verde no le obliga al conductor a seguir en el caso que tenga necesidad de estacionar para hacer compras en unos de los locales. En el caso de los vendedores ambulantes, éstos si dependen del funcionamiento o no de estos artefactos.
Un antiguo poblador de la zona, explicó que esa esquina siempre fue una suerte de cuello de botella, atendiendo a que los vehículos que estacionaban causaban un verdadero caos en el tránsito, especialmente en horas pico, afirmó, que no ve por qué razón, ahora que hay semáforos no puedan hacer lo mismo, es decir, estacionar para realizar sus compras, ya que el cruce, cuando se prende la luz verde no es obligatorio, como lo es parar con luz roja.
Teniendo en cuenta la necesidad de brindar seguridad y ordenamiento en el tránsito, y que esto no perjudique a gente trabajadora, una solución podría ser, convirtiendo, un gran sector de la calle Toledo, que afecte a dicha esquina, en sentido único, como ya se pensó hacer en otra ocasión.
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