Se trata de un arma larga 30 modificado con cargador que estaba enterrada en la lavandería que, anteriormente, era utilizado como oficina por Javier Rotela. Sospechan que fue oculta tras la incursión policial en la penitenciaría de Tacumbú en diciembre pasado.
Durante un procedimiento de investigación en el penal de Tacumbú, agentes penitenciarios hallaron este miércoles un fusil, envuelto en bolsas de tela y plástico, enterrado muy cerca de la pileta de la lavandería.
Según informaron desde el Ministerio de Justicia, esta arma sería una de las que se tenía conocimiento y estaba siendo buscada por los intervinientes antes y durante el operativo Veneratio.
Se cree que fue enterrada el 18 de diciembre del año pasado, cuando se dio inicio al mencionado operativo que tenía como objetivo a Javier Rotela. Precisamente, el lugar del hallazgo era antes utilizado como su oficina, por lo que el fusil era del clan.
Las condiciones en que fueron halladas el arma revelan que no está para uso inmediato, de acuerdo a los datos.
Además, en la misma zona se encontraron dos panes de marihuana que serían de la misma época.
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