Hay 4 víctimas, de 10 a 12 años, pero se cree que son más.
Los rumores de que cosas raras pasaban en su alquiler llegó a una mamá, cuyo hijo frecuentaba el lugar.
Allí vivía Fulgencio Giménez Giménez, de 39 años, un exseminarista.
A diario recibía la visita de los niños, hasta que se mudó a un lavadero en el barrio Remansito de Ciudad del Este, donde fungía como encargado.
Los menores de edad seguían frecuentando su vivienda, hasta que se descubrió los terribles abusos que sufrieron.
Una valiente madre habló con las demás y denunciaron el hecho el lunes 9 de septiembre, día en que también se dio la detención del hombre.
Hasta el momento hay 4 víctimas de 10 a 12 años, pero se presume que podría haber más.
“Según las madres, él había vivido en un sector hace meses atrás y en esa casa, supuestamente tenía bicicletas, videojuegos, todo un atractivo para criaturas de esa edad, donde él les consentía con eso y los niños se hallaban con él”, detalló el oficial Donato Escobar, de la subcomisaría 13 de Remansito.
El exseminarista tenía carisma y sabía cómo llegar a los niños a través de la persuasión.
En el celular tenía varios jueguitos electrónicos como el Free Fire, también contaba con Internet ilimitado.
“Una de las madres dijo que escuchó los rumores sobre los toqueteos y ella prohibió a su hijo acudir a la casa de ese señor, en aquel entonces. Después desapareció y había sido se mudó a otra lado y ‘ko’ãga apilla jey’ (le pillé otra vez), dijo una de las madres”, refirió.
¿Cómo se enteró?
La mamá indagó a su hijo toda la noche, entonces el niño le contó que el exseminarista le tocó la pierna y que le había comentado a su amiguito, quien le advirtió: “Anive reho Giménez róga, porque opokopáta nderehe” (No te vayas a la casa de Giménez, porque te va a tocar todo).
Testigo
El menor de edad incluso llegó a ver cuando abusó de otra criatura.
“Según una de las mamás, supuestamente él tenía en el celular todas las evidencias; que solía filmar (los abusos) según dijeron los niños”, contó Escobar.
El patrón de Giménez mencionó que estaba al tanto de la presencia de niños, cosa que le molestaba, pero nunca le pasó por la cabeza que los mismos estaban siendo abusados.
La fiscal Viviana Coronel encabezó un allanamiento en el lavadero y pidió prisión para Giménez.
Amenaza de muerte
Las madres de las víctimas hablaron en un medio local donde una de ellas contó que el exseminarista prometía regalarles bicicletas y celulares a los chicos. A los demás supuestamente los amenazó con matar a sus padres, razón por la cual los niños tenían miedo de hablar.
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