La orden de detención que la Fiscalía libró contra Sabino Ramón Vargas Armoa, alias Guavirú, por el asesinato de Marcio Sánchez, alias Aguacate, llamativamente no figuraba en el sistema de la Policía Nacional. Vargas Armoa fue acribillado anoche tras ser emboscado por dos sicarios cuando llegaba a la casa de su madre, ubicada en la colonia Aguará, a unos 50 kilómetros de Capitán Bado.
La víctima recibió en total 24 disparos de pistola calibre 9 mm, en su mayoría en la cabeza y en la espalda. De la escena del crimen se levantaron 27 vainas del mismo calibre y por la trayectoria de las balas se presume que los sicarios usaron dos armas, según explicó el agente fiscal Hernán Mendoza.
Se encontró también una bandolera que tenía la víctima, quien aparentemente estaba desarmada. No se encontró su celular y se desconoce si fue llevado por los sicarios o tomado por algún familiar, teniendo en cuenta la cercanía del lugar del crimen con la casa de la madre.
Sabino Ramón Vargas Armoa fue apuntado por la Fiscalía como uno de los sospechosos del asesinato de Marcio Ariel Sánchez, alias Aguacate, y en el marco de este caso se había librado una orden de detención en su contra. Sin embargo, la orden, llamativamente, no figuraba en el sistema informático de la Policía Nacional, dijo el representante del Ministerio Público.
En esa causa también se ordenó la detención de Fabio Ramón Benítez Gauto, alias Máster, quien junto con Vargas Armoa eran muy cercanos a Aguacate, que fue asesinado, aparentemente, a traición cuando estaba cenando en una céntrica residencia ubicada en Pedro Juan Caballero.
ABC