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La frontera paraguaya- brasileña. a la altura del departamento de Canindeyú, se vio irrumpida por ingresos y salidas de vehículos aéreos y terrestres de ambos países (principalmente del Brasil), embarcados en el operativo Nueva Alianza.
La Secretaría Nacional Antidrogas conjuntamente con la Policía Federal de Brasil, lanzaron el operativo, que apunta a la lucha contra plantaciones de marihuana en la frontera entre ambos países.
Las acciones conjuntas implica el uso de helicópteros, drones y transportes terrestres de “guerra”, que realizan incursiones, principalmente en el Departamento de Canindeyú, en donde se registra una alta producción de cannabis,.
Según la explicación dada a conocer por la Policía Federal brasileña (en nuestro país no se socializó la puesta en marcha del operativo), además de la lucha antidrogas, Nueva Alianza también hace énfasis en la “protección medioambiental, así como asistencia y protección de comunidades indígenas”, asentadas en ambas márgenes de la frontera.
El silencio del operativo, en el lado paraguayo, no tuvo una explicación oficial. La titular de la Senad, Zully Rolón, fue abordada por medios de prensa, después de conocerse la movilización (desde Brasil), respondiendo que ésta se encuadra dentro de acuerdos binacionales para el combate a las drogas y otros delitos.
Explicó que el operativo Nueva Alianza, implicó, entre destrucción y decomiso, la desactivación de un total de 2.000 toneladas de marihuana. Este volumen está considerado el de mayor resultado, por lo que se lo puede catalogar de muy importante, acotó.
Los cuestionamientos en torno al operativo, se dieron por el lado del mutismo paraguayo que hubo respecto al hecho de que policías federales del Brasil ingresen a nuestro país, sin darse a conocer el permiso que debe ser otorgado por el Congreso para el efecto. Según la titular de la Senad, el acuerdo sobre el particular existe y está avalado por autoridades de ambos países.